Comenzamos otro mes.
El buen tiempo y la subida de las
temperaturas empiezan a dejar ver un poco la piel que tenemos debajo de los
guantes, gorros y bragas.
Este año, las marchas nos brindan
un largo periodo de adaptación.
Febrero y marzo son épocas de
preparación, con etapas siempre inferiores a los 90 km y predominancia de los
setenta y tantos.
La asistencia a las salidas sigue
creciendo y el número ciclistas es cada día más elevado, parece que estamos
aprendiendo a ‘sacarnos los ojos’ con un poco de estilo.
En la plaza, puntuales, un buen
puñado de señores.
Risueños y descansados salimos dirección Camarma.
Chus, Soriano, David, Edi,… todos
van cambiando relevo religiosamente cada pocos Km entonando una marca de
calentamiento previo a las subidas que deberíamos afrontar.
El día invitaba a hablar.
Llegamos a Valdeavero y cambiamos
sentido hacia Villanueva de la Torre.
La carretera cambia por completo,
los prados a derecha e izquierda bañados por el sol hacen de la ascensión un ‘gustazo’.
Edi, va marcando ritmo, el equipo
permanece compacto por un largo periodo de tiempo hasta que llegadas a las
últimas curvas, Carlos lanza un ataque por sorpresa. En plato, escudriña los
piñones y pone a prueba al resto, miramos impasibles el ataque.
Por detrás, las cosas se
calientan y Soriano, marcan ritmo superior creando un grupo
intermedio.
Unos cuantos junto a Edi, se meten en él.
Atrás mantenemos ritmo estable
garantizando la llegada de la mayoría a la cima sin demasiadas fisuras.
En el alto, veloces.
Serpentera bajada a Villanueva y
desde ahí camino hacia Chilo.
El Albolleque, del mismo estilo,
tranquilos, el grupo permanece estable.
Arriba, 4 vueltas a la glorieta.
David y Alfredo lideran cabeza de carrera en el puerto de Chilo.
La velocidad estable a 20 km/h va
dejando cadáveres.
Llegando a la cima, Chus hace un
amago de ataque.
Villabilla salta y se escapa del
grupo dirección Pozo.
Muy a lo lejos se ve al pelotón de
Graciano.
Alcanzados, se produce una
pequeña guerrilla, van entrando Chus, David y Pasamar en ataques individuales
hasta entrar en el pueblo.
El grupo se vuelve a partir en
tres para el descanso del café.
La vuelta hacia Alcalá ha tenido
como sorprendente el descenso de Romi desafiando a las curvas llenas de agüilla, que han hecho a todos dejarle en solitario.
Buenos relevos de Pasamar, Romi y
Villabilla hasta Anchuelo.
Luego, más relevos de Pasamar,
Soriano, Villabilla y Eduardo hasta el
Reventón.
Se sube, tirados por Soriano y con
amago de Pani de ataque, que finalmente se ha cortado (por respeto a todo el
trabajo realizado previamente).
Y hasta el Gurugú llegamos, todos
vuelven a sus casas salvo Alfredo y Embí que suben Villabilla.
Embí, al igual que Edi, se están
poniendo en forma muy deprisa, dentro de poco les veremos dando batalla.
Hasta mañana.
Perfil: Marcha 35: Pozo de Guadalajara
JC, V´12
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