Y la elegancia volvió a vestirse de rojo………
Domingo 7 de diciembre, 9:30 de la mañana los termómetros
marcan 4 grados de temperatura y los primeros hielos hacen mella en los huesos
de los desnutridos ciclistas.
Al fondo de la plaza Cervantes, vemos llegar la figura de un
ciclista en letras mayúsculas, ese que tanto añorábamos, ese que ha seguido
estando en nuestros pensamientos, pese a llevar sin pedalear con nosotros dos
largos años.
Dicen que la elegancia nunca se pierde, ni los años ni el
tiempo consiguen hacer mella en ella, que naces con ella y mueres con ella, y
damos fe que es verdad.
Fue todo un placer verte subir el Gurugú a 20 km/h sentado
sobre tu sillín, sin mover ni una pestaña como siempre, y sentir en tu manera
de hablar, esa felicidad y ansiedad de un niño que vuelve a tener entre sus
manos su juguete favorito.
Recuerdo aún como si fuera ayer, todos los ánimos que te transmitíamos tus
compañeros a través del móvil y
facebook, y jamás olvidaremos, las frases de tu mujer, diciéndonos que
te ayudáramos a montar en bici de nuevo, que era tu pasión y que eras feliz
haciéndolo, más de uno nos quedábamos
perplejos y admirados ante tal demostración de amor.
Por fin llego el día Rafa, y solo tú sabes lo que realmente
has vivido en este tiempo, ya que de cara a nosotros solo nos trasmitiste tu
entereza a raudales, bienvenido de nuevo y la peña Rodríguez Magro estamos de
Enhorabuena de recuperar una figura tan importante para nosotros.
Por lo que respecta a lo demás, una gran jornada de
ciclismo, donde hemos rodado a ritmos primaverales, más que invernales, y donde
el eterno cabeza de grupo, Javi Morilla
y Victor marcaron un ritmo muy exigente desde el inicio y que a al invitado por
primera vez a la fiesta, le ha hecho ir con los tres limones encendidos,
durante todo el recorrido.
Pues nada, que Sir casco amarillo está de nuevo entre
nosotros y nos va a sacar los ojos ya mismo, por que volvió como se fue, a lo
grande.
Anónimo
