domingo, 19 de febrero de 2012

Marcha 49 - Peña Magro: El Casar

La crisis es noticia, los recortes son el día a día, hoy por hoy nadie sabe si mañana seguirá como ayer. En esta situación, la bici es un escape, hace olvidar un poco la realidad. Las ruedas, el disfrazarte por las mañanas de ‘romano’, nos hace sentir un poco más libres, rompiendo lo cotidiano del día a día,…

Los casi 30,… guerreros todos, se reúnen en la Plaza de nuevo.

Puntualizables, uno a uno, tienen su nombre y apellidos, cada uno su técnica y su historia, tras años de rodar en grupo ya casi que los conoces a todos.

El gran pelotón sale envuelto entre una nube de japoneses y estudiantes mirones, a los que Rafita pregunta algo en inglés.

El semáforo en rojo logra lo que nosotros nunca conseguimos, formar pelotón.

En dirección Daganzo, Pasamar y Borrego lideran el gran grupo, en cola Nica (el coche de apoyo vigila los imprevistos).

En días así, donde el grupo es tan numeroso, se viven escenas de apoyo, los fuertes se quedan atrás y ayudan a los más débiles, escenas de desconcierto, donde pinchazos e imprevistos rompen el ritmo de forma continuada no dejando coger ni una cadencia ni unas pulsaciones adecuadas para entrenar, escenas de muchedumbre y colegueo, la gente habla mucho no se escucha a nadie morir sobre la bici.

Conforme transcurren los kilómetros vemos a lo lejos a los Cortifader, que absorvemos y adelantamos, uno de ellos engancha rueda y prefiere rodar a una marcha distinta.

Carmona entra en juego con Nico, la media aumenta un poco, Nico baja y Borrego entra en su lugar, subimos más la velocidad y llegamos a los 35 km/h de media.

Lo que adelante es un calvario, atrás, entre tantos, es un paseo en barca.

Echo de menos la guerra, más relevos, más velocidad, más tensión, más orden, sufrir.

Llegando a Talamanca, la cabeza de carrera cambia como por arte de magia, los que antes estaban atrás, agazapados, suben a primeras líneas ‘sin querer’.

Carmona, acompañado primero de Nico y luego de Alessandro, comienzan la ascensión. Detrás, Enci, Edu, Oki, Pirata, Patillas, Borrego, Soria y otros tantos ‘talentos’ a rueda.

El ritmo es noble, constante, duro, pero no asesino.

Alessandro, deja hueco para que entre Raúl.

Llegamos a la cima TODOS en pelotón. La gente, en general contenta por haber aguantado, se dirige a los bares de rigor para el descanso del café.

Si ayer decíamos que Romi con 102 años nos daría una sorpresa, el periódico aireaba en primera página que un ciclista de 100 años había logrado la hazaña de realizar 24 km en una hora sin pasar de 110 ppm. Veremos lo que tarda el TAS en encontrarle en la orina, unas moléculas de plutonio, procedentes de la lechuga, que se ha estado comiendo en estos últimos 50 años para lograr la proeza,… es probable que la próxima semana su adorable mujer de 105 sea noticia, pero esta vez, encerrada en Siberia por Doping inducido.


La vuelta, ha sido toda una lección de lo que somos,...

Al ser tantísimos rodando, es muy difícil ir ordenados, intentamos hacer relevos, pero el elevado número de participantes hace peligrosa la marcha.

Enci, intenta arreglar el tema obligando al grupo a partirse en dos.

Así sucede, el grupo se parte y se generan distancias insalvables, que aún a base de relevos de todos los integrantes del pelotón perseguidor, hacen infructuosos todos los intentos por recuperar la distancia perdida.

Seguramente hubiéran podido alcanzarles, pero la falta de organización, coordinación en la velocidad de tiro, cambios en la forma de hacer relevos, la aleatoriedad en el equipo rodante y, como no, el empuje del grupo en cabeza, lo han impedido.

En cualquier caso la gente, tras ‘el juego’, está contenta y eso es lo más importante.

¡Chapó! por los de adelante y ¡chapó! por los de atrás.

De nuevo, no es suficiente con el kilometraje de la etapa para todos y el triunvirato Rafita, Borrego, Alfredo, acompañan a Pedro y Villabilla a lo alto del Gurugú para entrenar un poco más.

Hasta la semana que viene.


JC, V’12

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