El tonto Simón y el frio Siberiano

Salgo de mi casa y coincido en el descansillo con un vecino arropado hasta los dientes, que saca a su perrillo a hacer sus necesidades, nos saludamos cortésmente, y en el ascensor va silbando una canción que me resulta familiar, el tonto Simón de Radio Futura, ¿ira dirigida a mi?, tal vez, pero alabo el buen gusto y sutileza que demuestra, para hacerme llegar su idea sobre mi comportamiento, más en los tiempos que corren, donde el insulto y la mala educación se dueña de todos por momentos.

Ya en la calle el frio Siberiano me da los buenos días y en la plaza casi una treintena de tontos Simón me esperan para disfrutar de una ‘gélida’ jornada de ciclismo. La ruta es dura y extraña, Jesús Magro diseñador de la misma, duda por momentos sobre su elección, mientras ve fruncir el ceño a los amantes del camino a Fontanar. ‘Tranqui’ que no pasa nada, le comentamos algunos, que ya es hora de sufrir.

Hoy Carlos el patillas estrena unas bonitas ruedas de perfil, pero las conversaciones se centran en las ropas de abrigo elegidas, para combatir el frio siberiano.

Oki y Edmundo empiezan marcando el ritmo, se les ve en forma, y a Oki con sus siete kilos menos, resulta menos atractivo para las mujeres, pero nos tememos que a nosotros nos hará alcanzar el orgasmo en más de una ocasión. ¿Se acabo el entreno de fondo? me pregunto mientras mi pulso se eleva de forma radical subiendo el Alicate hacia los Santos de la Humosa, pero si vamos 15 tíos todavía y llevo 170 pulsaciones, entre ellos se encuentra el gran Pablo, que ayer se proclamo campeón de Madrid, en duatlon cross de Master 50, enhorabuena máquina.

Damos la vuelta para reagrupar en el Pozo de Guadalajara y bajamos juntos hacia Alcala para encarar de nuevo la subida por el Zulema, donde se vuelve a repetir la historia, ritmo torturador y alli estamos casi todos, incluso Victor decide alardear de su fuerza, escapandose unos metros por delante del grupo, la vida sigue igual, pienso para mis adentros.

Cafecito en los Hueros, donde llama la atención un congelado Borrego, que se sopla los dedos, mientras Rafa Soria bromea diciendole que se vierta el cafe por las manos, y como es costumbre aprovecha para dar publicidad a unos guantes Shimano, que si Edurne Pasaban se los hubierallevado al Everest, seguramente aún conservaría sus dedos.

Volvemos de vuelta a Villalbilla para subir Corpa a un buen ritmo marcado por Bernardo y Rafita, que demuestran que los padre de familia no cederán tan fácilmente esta temporada.

FH, AH'12