Viñuelas: El Viento y El Clero.

Estandartes en lo alto del castillo.

Banderas negras.

Las mujeres lloran.

La hambruna, proclama la guerra.

No hay muerte,… es gloria.

Así, cabalgando en el frío invierno, salen los caballeros enmascarados en sus pesadas armaduras de metal desde el patio del recinto.

Mientras el ruido de las pezuñas retumba sobre el camino, la iglesia escribe las hazañas de los grandes y valerosos héroes de guerra.

El paso de los siglos recordará sus nombres, grabados sobre las paredes de las iglesias y catedrales.

Sus huesos, en forma de reliquias, serán besados por gentes que tacharán de locas todas sus hazañas.

Y el clero rubricó, …

Viento incauto.

Rugiste del Nordeste.

Pensaste,…

¿cabalgarán?.

¿No te acuerdas?
¡Vencimos! en El Casar.

Soria,

en lucha sin rival,

recitó su cantar, y…

en son del grial,

sus pecados, perdonó,

sus reclamas, eximió.

Viento incauto.

Nos ayudaste a ser grandes.

Hasta Viñuelas, …

nos estrujaste, machacaste y torturaste.

¿Es que no dilucidaste?

¿es que te olvidaste?

¿es que no viste?

Las campiñas, ¿fueron?

Las olas de trigo ¿fueron?

¿fueron,…?

Fueron, …

Borrego y Rubén,

que en desesperada lucha,

te doblegaron,  

te derrocaron.

Viento incauto.

¿Y ahora?

Arrollado y abatido…

¿Te pondrás de nuestro lado?

Si,…

Perspicaz tu engaño.

Por locos aprovechado,

organizaste una escapada.

Cuatro hombres,

una mujer.

Nos ayudaste.

Viento incauto.

Descansa,… duerme,…  olvida...

Algún día,

en otro lugar,

como nosotros,

otros...

Viento incauto.

Haz Viajar el sentimiento.

Dile a unos y a otros,

dile a todos,

que lo dimos todo.

JC, V´12
Perfil: Viñuelas