Miércoles, 11 de Septiembre
Cómo de distinto es salir a rodar de mañana, de tarde, de noche, en fin de
semana, festivo o a diario.
La soledad de la rodada en la montaña contrasta radicalmente con el
bullicio insoportable de camiones y coches circulando a altas velocidades,
agolpando la carretera de ruidos, sustos, vaivenes y zarandeos por el corte del
aire al pasar los espejos retrovisores cerca de las flotantes costillas.
Al fin en las rotondas, la compañía da seguridad y serenidad.
El cielo pinta muy feo, por el norte lluvias torrenciales, por el este se
encapotan los santos y por el oeste arañan las nubes el poco cielo azul que
queda en Loeches.
Villalbilla va a ser destino y refugio de estos 6 locos que hoy se dan cita
a reivindicar una vez más que esto sigue siendo un deporte de apasionados.
¿El chubasquero? ¡‘Pa’ qué! Si no va
a llover.
Fran, Viti, Pirata, Roberto, Villabilla y Enrique suben el Gurugú a buen
ritmo liderados por Viti y Villabilla.
Los músculos tensionan el 21.
Villalbilla a lo lejos se acerca.
Subimos por Valverde haciendo mención del chaval que fue atropellado a la
entrada del pueblo bajando esta cuesta que ahora ascendemos.
El cielo empeora, las nubes entran sagaces por Los Santos y viramos a babor
para dirigirnos a Corpa.
La subida es rápida, Viti aprieta el ritmo y atrás nadie se queda.
Camino de Pezuela son Fran y Roberto los que marcan el paso.
Llegados a la Olmeda nos enfrentamos a Nuevo Baztán.
Fran y Villalbilla, a la par, comienzan la ascensión a un ritmo trepidante,
que va creciendo curva a curva.
Los metros pasan deprisa al son de las pedaladas que por cada segundo son
más dolorosas.
En la última curva, Fran, carga plato y ataca. Villalbilla, un segundo
después, lo mismo y contraataca.
Pirata aguanta hasta el final y Viti mira cauto reservándose de mayores
esfuerzos a los ya realizado en Corpa.
Parada para el descanso y vuelta a la faena tras unos minutos de charla de
fin de temporada.
Comienza a llover.
El mar está en el cielo y cae a plomo sobre el asfalto.
Como sopas discurrimos por Valverde, Torres y ya por carretera nueva hacia
Alcalá, Fran pincha la rueda trasera.
Allí, en la carretera, la lluvia limpia el suelo y los coches salpican de
grasa nuestras costuras mientras cambiamos cámara.
Finalmente felices en Alcalá terminamos esta sesión de entreno de entre
semana.
Dedico estas líneas a todos los que en su momento de relax dedican unos minutos a leer estas crónicas desde sus
cotidianas actividades.
Un fuerte abrazo a todos los andantes, currantes y paseantes.
Nos vemos el finde.
JC, V´13
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