En primerísimo lugar dar la enhorabuena a Eduardo Soltero por su gran
tercer puesto en su categoría y décimo de la general en el Duathlon de Torrejón
de la Calzada.
En seguida y a continuación la crónica.
Existen superases.
Sí.
Tanto en el deporte como en todo hay gente que destaca por su afán de
superación y consecución de logros.
Hoy hemos tenido algo de eso.
Oki se presenta en la plaza más fino que un espárrago a dar un paseo.
Ya hacía meses que no salíamos con él y muy bien no se sabía lo que podía
pasar.
Otros grandes estaban en la plaza a la misma hora.
Cuando tanto ‘príncipe de barrio’ se junta, sólo cosas buenas pueden pasar.
Oki con Viti, por no perder la tradición, suben el Gurugú a todo meter. Los
25-26 km/h no se bajan en ningún momento y en este grupo de grandes alguno
sufre para seguir el ritmo.
En el llano hacia Loeches seguimos igual, Viti y Oki, tiran con fuerza.
Entre Loeches y Arganda son Pani y Ñapas los que asumen la responsabilidad y
ya en Arganda, entran Villabilla y Nico, que suben dirección Pozo a toda
velocidad provocando una rotura de grupo brutal.
Pozo es tierra de llanas praderas donde impera el rodador y así Patillas
entra en cabeza tirando con fuerza.
Atrás, sin perder comba, ya muy pocos.
Hay que levantar el pié, la pérdida de efectivos es tan grande que no
merece la pena seguir pisando zapatilla.
El ritmo se tranquiliza una vez que el grupo de Castaño se une al pelotón.
El equipo ciclista se hace grande y juntos rodamos en armonía hacia Nuevo
Baztán.
Se para poco en el bar, parece que hay prisa por seguir rodando y dando
guerra.
La vuelta es de nuevo rápida, en esta ocasión, es Borrego el que tira con
mucha fuerza nada más salir y hace que cueste coger rueda a los que nos hemos
quedado cerrando las cuentas.
Llegamos a Valverde y la fiesta incrementa su intensidad.
Oki, asume de nuevo la cabeza y nos pone a más de 40 km/h con viento en
contra.
Nadie asoma las orejas.
Villalbilla primero y Ñapas después dan un relevo a Oki para continuar con
el ritmo sin fisuras.
La velocidad, aumenta, por tramos se llega casi hasta los 50 km/h.
En Torres se gira a la derecha y se pone dirección los Hueros.
Oki impone un ritmo de primera clase y a rueda sólo queda respetar hasta el
final.
El pelotón se parte en tres y llegamos en fila india, los menos, a la
glorieta del Gurugú mientras el resto del grupo lo hace un par de minutos
después.
Con la normalidad de ser septiembre y de que aquí la gente entrena casi
todos los días, se va muy rápido.
Hasta la próxima.
JC, V´13
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