El Domingo no laboramos, no vamos
a misa, no tomamos el Vermú.
El Domingo nos sacamos los ojos.
El Domingo nos revelamos contra
la insurgencia de los chorizos a base de pedaladas gratuitas.
-x-
Somos muchos.
La llamada de la Selva ha hecho eco
en todos los rincones de Alcalá.
Apelotonados en la plaza, desde 10
minutos antes de la salida, la muchedumbre se acumula apoyada sobre los bancos de piedra de la Plaza
de Cervantes.
No es una manifestación, es La Rebelión.
Ni el frío, ni el viento, ni los múltiples
pitidos pueden con la voluntad de un grupo de apasionados de este deporte,
maltratado por las aconteceres de estos últimos años.
La etapa arranca dirección
Daganzo.
En cabeza son David y Patillas
los que empujan los primeros kilómetros.
Los ligeros repechos que vamos atravesando
por Cobeña y Algete hablan a voces de la manifiesta diferencia de nivel de este
gran grupo.
Desde atrás suben en repetidas
ocasiones Jesús y algún otro para decir que ¡la gente se queda!, ¡aminorad la
marcha!.
Gestos de impotencia se revelan
en los que tiran.
Se aminora el paso.
Al compás del sube baja,
respiración tras respiración, mirada tras mirada,... se dejan ver las intenciones,... SÍ, quieres romper.
Por fin, acabado el primer capítulo
de abstinencia, se muestra ante los ojos del grupo una pequeña dosis de adrenalina.
Fuente el Saz es el comienzo de
la ascensión hasta el Casar.
Se pone ritmo creciente.
Patillas sigue en cabeza
respetando todo lo que puede a David.
Un sediento Chus salta del grupo,
en plato, incumpliendo las normas de la cortesía y apretando los dientes, otros
se tienen que reprimir para no ir a por él con el cuchillo entre los dientes a
cortar pechuga, pandero y piernas.
Impera el respeto.
David ha vuelto, ha tirado, ha
luchado contra el viento y ahora toca honrar su esfuerzo.
Ya estoy cansado.
Hay que matar.
Mirada tuerta hacia el Italiano,
un gesto al Patillas y hasta luego David. Aquí los mosqueteros rompen su
pacto.
A por él.
Sin que se note.
Listo: cazado, comido y devorado.
Alessandro entra en El Casar con
Villalbilla, en plato.
El Casar es lugar de descanso,
cafés, bollos, rosquillas, risas, recuerdos y camaradería.
El tiempo pasa volando y, como
siempre, salimos los últimos a toda pastilla para recuperar los cientos de
metros perdidos.
Es costumbre.
En la cabeza de pelotón, ahora ya
no reina la armonía, Porras está haciendo de las suyas acompañado de Chus.
Atrás unos cuantos perseguidores,
entre los que destacan Nico, Rafita y Allesandro, no dan tregua y no dejan crear
metros de distancia.
Esto es la guerra.
Atrás gritos y voces piden unión,
adelante ‘sordos como tapias’.
Porras no se quiere dejar y
vuelve a atacar.
Hay que poner orden.
Para ello se aprieta la cabeza y
se monta un abanico en el que Porras pasa a 5ª posición.
En pleno repecho y sin bajar el
ritmo, el esfuerzo desmedido pasa factura y Porras se tambalea provocando un
susto popular que se salda con subida urgente de Edu pidiendo a Villabilla un
poco de calma y orden.
Nos volvemos a juntar y formamos equipo 'de a dos'.
El viento de nuevo hace pupa.
Más que antes, la gente que debe
tirar no encuentra ni el desarrollo ni el momento de retirase, esto hace perder
velocidad al grupo.
Ya está bien.
JuanKar entra en cabeza,
Villalbilla se pone a la par.
Son 15 km los que restan para
llegar.
Viento fuerte en contra y el
cuenta Km no baja de 32 en todos los tramos que transcurren.
Las pulsaciones suben.
Ninguno da su brazo a torcer.
Atrás se escucha hablar mientras
delante sólo se escucha ‘escupir’.
Llegada por el Alcampo de Alcalá, tras
pasar por el puente, manteniendo cadencia y gran velocidad.
Hasta el fin de semana que viene.
JC, V´13
No hay comentarios:
Publicar un comentario