Despertamos de nuevo.
Ayer nos prometimos descansar, parar, recapacitar, esperar a que los
músculos recuperen su frescura, pero,… no hay manera, el deseo de salir se
vuelve imparable.
La luz del día invita a salir corriendo de casa.
Un beso, un te quiero, un luego te veo, y, entre sueños, te dicen un: - ‘ten
cuidado’.
Carretera y manta: AL ATAQUERRRRR
En la plaza se apelotonan los ciclistas de siempre, los que entrenan más,
los que entrenan menos y los que no están, salieron antes.
Hoy nos toca la bestia de todas las bestias, Los Santos.
Cuántas batallas e historias alberga cada curva de esta cuesta.
La salida es rápida, tal y como viene siendo costumbre en las últimas
semanas.
Juankar y David tiran del grupo por Meco y Camarma.
Luego, toman las riendas con viento en contra Fran y Villalbilla, se pasa
Valdeavero y se sube a buen ritmo (21 km/h)
la rampa que nos une con Azuqueca.
El ambiente se va calentando.
Estamos cerca del puerto y hay que estropear las piernas de los
escaladores.
Ahora es Alessandro el que tira fuerte, seguido por los demás.
Entrado en Azuqueca Viti hace un intento que secundado por Patillas, no es
seguido por nadie.
Al verse solos y sin muchas posibilidades levantan el pie.
Pirata acelera y seguido de unos pocos dan caza a los primeros.
Llegamos a la subida y Pirata con Fran parece que van a tirar del grupo.
Por detrás hay mucho movimiento.
Ya han llegado Juankar, David P., Nico y otros tantos.
Comenzadas las primeras rampas, Pirata sale del grupo y entra Juankar a
tirar, que junto con Fran ve como Alessandro se pone por delante pare hacer
ruido.
El ritmo aumenta y la tensión se intensifica.
Villabilla primero, Viti después y Nico, casi al final, se descuelgan sucesivamente del
primer pelotón mientras se escapan en solitario Juankar, Alessandro y Fran.
Alessandro salta en vistas de que Juankar no da más y Fran baja un piñón para, con potencia, adelantra unos metros al primero casi en la cima.
Arriba no nos juntamos, se va demasiado rápido.
La bajada hasta Santorcaz no sirve sino para aumentar las distancias.
En el café se comenta la jugada.
Ha estado bien, cada día es distinto, la sorpresa es algo aleatorio y
derivada del ciclo de entrenamiento de cada uno.
Se ven síntomas de igualdad, deportividad y competitividad ¿qué más se
puede pedir?
Salimos rápidos de nuevo hacia Anchuelo. Recuperando metros al grupo cabeza, como siempre a costa
de riñones, los tardones que les gusta la charla del café.
Ahora somos muchos. Mayores, medianos y pequeños saltamos por encima del
Gurugú como lo hace una niña a la comba en el patio del colegio.
Saltamontes, roedores, ratones rojos, locos de las dos ruedas ponen la
mirada hacia Torres.
Adelante, David P. y Edu, asumen la responsabilidad de ascender Torres la
blanda.
El respeto es máximo. Arriba se llega en paquetón.
Acelerón secundado por Villalbilla, seguido de Porras hijo primero y
Alessandro después y... el grupo se rompe en trozos de papel.
Al rato, una mirada atrás y vuelta a la rotonda para recuperar.
De nuevo el gran pelotón es noble y deja a Castaño sacar a relucir los
cuernos por encima de los últimos repechos, mientras el gran Graciano se escapa
por su derecha para llegar a la Glorieta del Gurugú seguido a rueda por Villalbilla
y Alessandro.
Cada vez más,...
Más rápido.
Más fuerte.
Más salvaje.
La semana que viene,… más.
PD:
Y mientras, otros tantos peñistas no paran de hacer logros en Duathlones, Triatlhones y otras carreras.
Hoy les ha tocado el turno a Oki y Edu. Podium
¡Enhorabuena máquinas!
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