El
cielo se viste de nieve en un sábado.
El cielo se viste de sol en domingo.
Tan dispar como los
sentimientos de algunos, del mismo grupo, en distintos días.
Entender.
La
vida en general y la peña en particular se rige por minutos de sabores y sin
sabores.
Salimos
el sábado bien, en grupos, esperando, y sin traspiés intencionado, todo
controlado.
Salimos
el domingo multiplicados por 3, 50 almas de su padre y de su madre, desde el
mismo sitio y con la intención de hacer la ruta al mismo ritmo.
¿Imposible?
Casi,…
casi que es posible.
Se
respeta en el arranque dejando 7 minutos de ventaja a los veteranos.
Se
respeta en el ascenso de Chilo, en donde sólo al final y hasta Pozo se ponen un
poco tensas las cosas.
Se
respeta retrocediendo a las trincheras en búsqueda de los sabios que peregrinan al
mismo destino.
Me
duelen las piernas, damos el Dó de pecho tirando viento en contra a recuperar a
todos.
¿nos
seguimos engañando al solitario?
El
Pozo es la vorágine de los dos bares de moda y la vuelta, la corrida toros de
las críticas.
Volvemos.
Se
rueda rápido,… metralleta en mano se pide paciencia, se baja el ritmo, de 42
pasamos a 31 km/h, miramos atrás, hay que esperar.
El
90% del grupo permanece unido y sólo ese 10% anda lejos perdiendo metros y
dando bandazos.
Es
imposible.
Volver
atrás a recuperar, es quedarse fuera de combate porque sabes que, aunque pongas
ritmo de recuperación, no te van a seguir y vas a perder rueda.
Al
final la lógica de los unos y los ceros se impone, supervivencia.
El
hueco se amplía y la mayoría aprieta a 52 km/h en los llanos desde Corpa hasta
Torres.
Increíble
es ver a Manolito saltando como una
liebre de la cabeza del pelotón arañando unos metros a la calzada.
¿Nos
seguiremos escondiendo entre mentiras piadosas?
A
todos nos toca entender.
Hasta
el fin de semana que viene.
LA
GRACIANA nos espera, es un día muy especial, tendremos fotógrafo y regalos para nuestro gran socio fundador más veterano, Graciano.
¡TODOS DE ROJO EL DOMINGO QUE VIENE!.
JC, V’15