domingo, 10 de noviembre de 2013

El Casar, Domingo 11 noviembre 2013


La plaza se ilumina de un sol fantástico, domingo festivo.

Muchos se dan cita entre el run – run de la conversación y el bullicio de los rumores que van y… que vienen, sobre lo de los Visigodos de la semana en ciernes.

No hay quejas durante la ida hacia el Casar.

El ritmo sosegado ayuda a descansar la mente mientras se deja pasar, a los lados, las Dos Castillas que entre verdes y amarillos nos regalan una bonita mañana de paseo.

El Sargento y Señor Guardia Civil, mandan durante kilómetros y suben el Casar a buen ritmo mientras, casi todos, respetamos atrás.

Al final, Rafita saca un pelín los pies del tiesto y se deja ver en el llano junto con Alfredo hasta llegar al Bar.

¡Unos cafés camarero!

Y unos bocatas de jamón serrano, en plato llano, son devorados por los flaquitos ciclistas que se agolpan en la barra.

Recogemos velas y volvemos a rodar.



Antoñito, avisa,… ¡voy a tirar!

Y así fue.

El modo de marcha cambia radicalmente, de los 27-30 km/h de la ida, pasamos bruscamente a los 40 km/h sostenidos.

El pelotón se ha puesto muy nervioso.

La situación se pone complicada y sin perder posiciones toca el turno de colocarse, mirar a los que van delante, los que van de detrás y los movimientos del grupo.

El grupo se estira como una baraja boca abajo sobre el tapete .

‘Gallito ciclista’.

Durante el descenso la velocidad aumenta hasta los casi 60 km/h y las curvas de derechas e izquierdas se toman sin perder de vista los que comandan el grupo.



Llegados al remanso de la carretera, dos saltan con fuerza.

David y Raúl, se escapan unas cuantas decenas de metros,… es el momento.

Atrás se dispara la adrenalina, Viti, Pirata, Alfredo, Pani, Nico, Ñapas, Antoñito,… en fila india se aprietan los pedales.

Los metros con los escapados se reducen y el pelotón engulle a los caramelitos como un dulce previo a la pascua.

¡Dios!,… el ritmo no para,… ¡llegan los repechos! Un viento de izquierdas envenena la rodada y se producen TERRIBLES ABANICOS.

Llega la ascensión de Sotolargo y no se aminora.

Es hora de romperse en pedazos.

En abanico y a casi 30 km/h los músculos tensionan las rodillas y tobillos, para mantener esa velocidad.

La escapada fructifica.

Viti, con Alfredo y Pirata suben como relámpagos, mientras Pani, Ñapas, Nico, Antoñito y los demás pierden rueda.

El grupo  no entiende de normas, no entiende de consejos,… una vez más el corazón puede sobre la cabeza.

Están todos locos.

Cada ciclista de esta peña lleva un ángel y un diablo y… juega a suertes el destino de los próximos 20 segundos a la ruleta rusa.

Atrás se pierden en el horizonte Rafita, Graciano, Castaño, Patillas, El Sargento, el del Tricornio, Edu, Raúl, David, Joaquín, Pablo y… un montón de compañeros que aún guardan sana la mollera.

Entre medias no se deja tiempo al ‘querer y no poder’.

A muerte tiran Ñapas, Nico, Juankar y Pani con un único objetivo,… recuperar a los escapados.

Delante no se da tregua, relevos caníbales y camicaces, dejan la carretera, si cabe, aún mas pertrechada de cadáveres.

Por fin se levanta el pie y el pequeño grupito perseguidor, liderado por Pani, entra en el paquete de cabeza.


Desde Meco en adelante se mira más tiempo atrás que adelante, sólo Pani intenta liarla un pelín en el último escalextric sin mucho éxito.

El pequeño grupito de ‘8 ciclistas’ entra y espera en la rotonda la llegada del resto,

Por fin el gran pelotón y por capítulos se agrupa de nuevo para ‘comentar la jugada’.

A casa despacito,… a comer, a ver la tele, a dormir la siesta, a preparase para mañana.

Nos vemos comiendo GACHAS el domingo que viene.


JC, V´13

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